miércoles, 5 de junio de 2013

Una al año


Me sucede que cuando empiezo a leer un libro me apasiono busco datos en internet sobre la obra, leo la biografía del autor e incluso consulto sus demas títulos publicados y cuales puedo conseguir en mi localidad y los llego a comprar.
Sin embargo por las circunstancias a veces pierdo cierto interés debido a que no puedo leer con la frecuencia que yo quisiera, mi rutina a veces exige que despierte a las 4:30 am para ir a trabajar, a esa hora no se me antoja mucho leer en el transporte publico. Y cuando es una hora prudente o el camion viene tan lleno que no puedo sacar el libro o el conductor trae musica reggaeton a todo volumen, ¡simplemente no se puede asi! Lo cual conlleva a que pierda el hilo o el interes del libro que estoy leyendo. Luego me pasa que despues de un mes retomo la lectura de alguna obra pero por desgracia a veces no es igual que como cuando la empece.
Obviamente cuando el sueño no me vence busco leer en cualquier sitio que me permita disfrutar de la lectura. Me pongo mis audifonos y me dejo llevar por las palabras impresas.
En mi época de estudiante de la carrera de ingeniería, en la unidad profesional (Zacatenco) tenia tiempo libre, me sentaba sobre el pasto en alguna área arbolada y me ponia a leer (por primera vez) la trilogía de el señor de los anillos, imaginaba que en algun momento iban a pasar enanos, elfos o hobbits por los senderos,  sentía el viento cruzar por las ramas y hojas, sentía el olor a hierba fresca y tierra mojada, siempre teniendo de fondo el disco Cult de Apocalyptica; se me hacía la compañía perfecta. No tengo en la memoria escenario y ambientación mas perfecta que viví a la hora de leer un libro.
En estos momentos me encuentro releyendo la trilogía de la materia oscura, escrita por Philip Pullman, una gran obra maestra que empieza con un libro un tanto infantil, que entre lineas esconde significados oscuros; siguiendo con la segunda parte con temas mas dificiles y duros, culminando con una imaginación desbordada y con temas tan profundos que dudo que un niño pueda disfrutar o entender; sin menospreciar a los citados. Siempre que vuelvo a leer un libro me encuentro con detalles que tal vez deje pasar la primera vez que lo leí, o le doy otro significado, en estos momentos estoy disfrutando mucho de las (des)aventuras de Lyra y Will, es una obra literaria que recomiendo ampliamente. Lo cual me lleva a una cuestion: asi como Christopher Lee lo hace con el señor de los anillos, ¿es necesario leer al año un mismo libro? Este actor, que por cierto personifico un personaje de esa trilogia en el cine, dice que lleva bastantes años teniendo esta práctica anual y dice que siempre encuentra algo nuevo (¿habrá influido que Lee conoció en persona a Tolkien?)
En lo personal el libro que mas veces he leido han sido los de Harry Potter, yo tenía la practica cuasiceremoniosa de leer el libro cuando salía a la venta y de nuevo cuando estaba a punto de salir la adaptacion cinematográfica, pero si el tiempo lo requería (si pasaba mucho entre la publicación de uno y otro) volvía a empezar la saga o leía uno o dos libros anteriores al que estuviera a punto de salir, solo para ir hilvanando mejor la historia.
El año pasado pense hacerlo con el hobbit, pero por cuestiones de un reto de solo leer libros que no hubiera leido yo con anterioridad, me tuve que abstener. Este año espero leerlo antes de que salga la segunda parte, de las tres que dividió Peter Jackson esta historia.
En fin, espero seguir mi vida llenandome de historias nuevas y otras que se vuelven despues de cierto tiempo. La lectura es genial.

2 comentarios:

Alichinno dijo...

Me pasa lo mismo, el transporte público no es el mejor lugar para leer. Recomienda más libros por favor!

Shen Long Momotaro dijo...

Gracias por tu comentario, tomare en cuenta la petición. :)
Y tienes razón, tratar de leer entre luces neón o estroboscópicas y en un camino lleno de baches no es lo mejor.
Aunque a veces ayuda si el transporte esta atorado en un congestionamiento vial.
saludos